jueves, 15 de junio de 2017

"UN VIAJE A LOS PORTALES DEL FIN DEL MUNDO" (13)

13 "¿SUEÑO O REALIDAD?"

MARK
Cuando me desperté esperaba estar en mi habitación, en mi cama. Levantandome para ir al instituto. Creía que todo había sido un sueño. Pero no.
Me levanté con ímpetu de el suelo duro. Pensando en que podría conseguir salir de allí. Eso sí, si no podía ser por las buenas, tendría que ser por las malas...
En mi celda no había nada, así que no tenía absolutamente nada para romper aquellos barrotes. Que después me di cuenta de que eran indestructibles.


-¿Otra vez intentando escapar eh?- dijo el mismo centauro de anoche.


-¿A qué te refieres con otra vez?-Dije confuso y sin nerviosismo puesto que parecía que por la mañana los centauros están más calmados (o por lo menos ese).


-Llevas toda la noche moviéndote (obviamente en sueños) intentando escapar. Hasta lo has intentado dando con la cabeza en la pared de ladrillos.
Tuve que entrar contigo y cantarte una nana para que no se te rompiera el coco.-dijo con una sonrisa burlona en la cara.


Aquel lugar estaba mucho mejor de día que de noche, ahora se veía todo mejor y más bonito. Aunque seguía siendo igual de extraño y extravagante.
Todavía no me enteraba de qué era ese lugar. A ver, las mazmorras del reino del bosque. Pero, ¿donde está ese reino del bosque y que reinos más habia?


- Y, ¿porqué me tenéis aquí encerrado?


-Madre mía, ¿hemos capturado a un cortito de mente?-dijo con la mano en la frente y hablandose a sí mismo.


-Oye... que te he oído. A ver que te lo cuento todo. Yo me llamo Mark y mi mejor amiga se llama Jenny. Los dos vivimos en la Tierra y ayer subimos al desván de mi casa. Jenny encontró un reloj mágico que hizo que el tiempo se parase, por lo menos en la Tierra. Entonces salimos de la casa y vimos un unicornio, un duende y un gran portal en el cielo que nos trajo hasta aquí. Nos encontrábamos en ese extraño bosque y desde entonces no la he vuelto a ver por que a ella la han secuestrado, y no se quien. Y a mi tambien, que tampoco se quienes sois vosotros.-lo dije todo muy seguido y fluido, con la intención de que me soltase y ayudase para encontrar a mi preciada amiga...


Se quedó mudo. Mirandome con sus grandes ojos. Me dijo:


- A-a-h-ah,... jajajaja ¿sueles escribir muchas historias? Por que te ha salido de perlas. Te aconsejo que escribas una.-dijo entre carcajadas.


-En ese caso dame una papel y un lápiz.


-¿Como te atreves a nombrar el papel?
¿Tú sabes lo que cuesta la vida de un ser vivo como un arbol?


-Vale perdona, entonces dame otra cosa...-tenía un plan, y creo que funcionaría.


-Anda ya... y pinta en la piedra.


-No. Si quieres que te escriba una historia me tienes que dar algo en condiciones.


-No


-Sí


-No


-Sí


-Calla ya. De todas formas no me creo tu historia. Además había dicho lo de la historia por hacer una gracia.


-Pues que sepas que no voy a parar de insistir.
Por favor
Por favor.
Por favor.
Por favor. -siempre he sido así. Los que me intimidan los ablando al extresarles o hacerles reir. Por eso de siempre he sido tan bromista incluso con gente que no conozco (como es este caso).


-¡¡¡Para yaaaa!!!-se le veía muy enfadado y desesperado- Que chiquillo más cansino y odioso, voy a por un trozo de cristal, que no mata a los seres vivos, (a no ser que te cortes) y te traigo una pluma con un tazon de tinta arcoiris para pintar, pero que sepas que si no lo encuentro vas a tener que escribir en los ladrillos de la celda.


-Por mi perfecto...-Dije con mi plan en la mente. Incluso tenía un plan B.


Explicación de mi plan A:


Empiezo a escribir la historia en el cristal pasando desapercibido, solo un poco. Luego cojo otro y hago como si la estuviese escribiendo. Pero lo que pongo es "ayudame, mazmorras del bosque". Lo tiro por la ventanita y quien la encuentre me ayudará (o eso espero).


Explicación de mi plan B:


Si no funciona el plan A haré lo siguiente. Cuando caiga la noche me haré el dormido y me moveré tal y como me había contado el centauro. Él entrará en la celda y de ese modo podré escapar por la puerta que él mismo habrá abierto.


A todo esto, el centauro se había ido a por el cristal y todo eso. Así que tenía una oportunidad para salir de allí. Sólo que no sabía cómo.

Me senté en el suelo con las piernas cruzadas, examiné la sala. Fue entonces cuando vi al lado de una gran puerta de madera (por la que salió el centauro) una llaves enormes y doradas. Obviamente, se las había dejado allí. Estaban lejos, pero... yo soy optimista, y eso es lo mejor para la vida.
En los comentarios podéis expresar vuestra opinión sobre la novela.

Leed mucho y hasta la próxima parada de

"EL TREN LECTOR"


Javier Mena:
Instagram: jmp_27a
Correo: javimenajunior@gmail.com

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